
En ocasiones queremos dar un toque final que aporta originalidad y distinción a un producto de nuestro catálogo. Uno de tus recursos en este caso será cromar piezas de plastico, un acabado de recubrimiento industrial muy útil y provechoso para que las piezas luzcan espectaculares y de calidad.
En realidad, los recubrimientos de cromo por baños electrolíticos son utilizados inicialmente para fijar capas protectoras a una pieza. Puede aplicarse tanto en piezas de plástico como en piezas metálicas, por ejemplo para combatir la corrosión en el caso de las segundas. Pero además de proteger, el cromado permite obtener un acabado decorativo.
Por tanto, podemos encontrar 2 tipos de cromados: los que se utilizan para proteger las piezas y los que se realizan sobre piezas de plástico. Estos últimos tienen fines puramente decorativos y se utilizan con frecuencia en piezas para automóviles.
Cromado: conociendo el proceso
- Cuando se va a aplicar un proceso de cromado a una pieza de plastico limpiamos inicialmente la suciedad que pueda contener la pieza.
- Una vez que la pieza esta limpia, la sumergimos en una cuba con ácido crómico. Durante este proceso, uno de los componentes de los plásticos se disuelve generando microporos en la parte exterior de la pieza.
- Posteriormente lavaremos e introduciremos el elemento en cloruro de paladio y se terminará secando con aire caliente.
- Finalmente, sumergiremos de nuevo la pieza en un conductor de cobre. En realidad, todos los cromados actuales se realizan mediante soluciones de ácido crómico.
Algunos términos relacionados con la acción de cromar piezas de plastico
– Solución electrolítica. El ácido crómico se aplica para realizar el cromado de piezas. Este elemento debe estar libre de excesos de ácido sulfúrico ya que la reacción de ambos puede ser muy peligrosa.
– Temperatura. En general los límites a la hora de recubrir una pieza nos lo va a imponer la temperatura y la intensidad de la corriente. Los depósitos de cromo son extremadamente duros, es mejor producir los recubrimientos brillantes de la misma solución. La temperatura de este tipo de soluciones debe mantenerse controlado de manera automática. El control manual es poco práctico y por ello ya no se aplica en las operaciones.