
Los procesos industriales emplean de un lenguaje técnico que es complejo para aquellos que no están dentro del sector. La tecnología y exhaustiva planificación en las tareas nos permiten realizar trabajos de gran calidad en poco tiempo. Pero, a veces, surge confusión por falta de información en servicios como los de galvanizados y lacados.
Diferencias entre proceso de galvanizado y lacado
Recubrimientos galvánicos
Como especialistas en el recubrimiento metálico decorativo podemos ofrecerte una amplia gama de acabados como el oro, cromo o níquel, entre otros. Este tipo de trabajo es imprescindible en la fabricación de productos relacionados con la decoración.
La galvanización es un proceso electroquímico, mediante el que se obtiene un recubrimiento de zinc sobre otro metal con un fundido de temperatura a 450º C. Este proceso nos evitará la oxidación y corrosión que la humedad puede ocasionar sobre el hierro.
Los beneficios son muy interesantes porque nos ofrece una mayor vida útil, ningún tipo de mantenimiento y tener la garantía de recubrimiento de toda la pieza, tanto por dentro como por fuera.
Lacados de pintura
Este proceso automatizado de pintura en polvo nos permite cerrar la cadena de fabricación al aplicar un tratamiento superficial de lacado al trabajo. Las piezas pasan por un proceso de desengrase y aclarado con agua desmineralizada para posteriormente, ser introducidas en un horno de secado.
Después, se aplicará una pintura, bien manualmente o con robots, según la necesidad de la pieza, para, finalmente, ser introducida en un horno con temperaturas de 220º C hasta finalizar la fase y almacenar la pieza.
Este tipo de pintura la aplicamos en materiales de aluminio, chapas, acero, llantas, cerrajería en general, puertas, vallas, entre otras opciones. Los acabados más comunes son el mate, satinado, brillo, imitación madera y laca transparente.
Para dudas sobre este tema o cualquier otra duda sobre nuestro servicio no dude en contactar con nosotros.