
La tecnología e informática ha hecho avanzar a la matricería en los últimos años. La precisión de ahora ya no es la misma que la de la era 100 % artesanal. El diseño de piezas a partir del volcado de material fundente sobre una pieza o molde, lo que se conoce como «matricería», se realizaba antaño tomando todas las medidas a mano y, a pesar de todo, los resultados, con demasiada frecuencia, eran mejorables. La precisión que ha aportado la informática al diseño de matrices y a la construccion de moldes no tiene parangón.
Gracias a los avances tecnológicos e, incluso, a las impresoras 3D, la ingeniera cuenta ahora con un nuevo aliado en la construccion de matrices, para atinar al máximo en las medidas y que estas encajen a la perfección en la máquina en la que se alojarán para realizar su función.
Servicios de matricería
Los acabados son de vital importancia a la hora de entregar una pieza metálica o de metacrilato. Por tanto, contar con fresadores, tornos, sierras, roscadoras y máquinas de electroerosión (por hilo y electrodos) es imprescindible para garantizar que las piezas de ingeniería se adaptan a las medidas que exige una determinada maquinaria.
Una pieza metálica de ingeniería puede necesitar una estampación y unos agujeros muy precisos. La más mínima desviación del proceso puede arruinar su puesta en funcionamiento, por lo que el rigor y la precisión son dos máximas en el diseño de moldes y construccion de matrices.
Elementos como brocas de taladro, utillajes de soldadura y precisión, prototipos… La matricería se ha creado para dar respuesta a las demandas de piezas (por ejemplo, de metal o metacrilato) de manera precisa y facilitar un rendimiento óptimo de la maquinaria. No hay que olvidar que, para lograrlo, hay que establecer mecanismos de comprobación y verificación funcional, para dar el visto bueno definitivo.